Aber im
Winkel am Hause saß in der kalten
Morgenstunde das kleine Mädchen mit
roten Wangen, mit Lächeln um den Mund
- tot, erfroren am letzten Tage des alten
Jahres. Der Morgen des neuen Jahres ging
über der kleinen Leiche auf, die mit
den Schwefelhölzern, wovon fast ein
Schächtelchen verbrannt war, da saß.
»Sie hat sich wärmen wollen!«,
sagte man. Niemand wußte, was sie
schönes gesehen hatte, in welchem Glanze
sie mit der alten Großmutter zur Neujahrsfreude
eingegangen war. |
Pero en
el ángulo de la casa, la fría
madrugada descubrió a la chiquita,
rojas las mejillas y la boca sonriente...
muerta, muerta de frío en la última
noche del Año Viejo. La primera mañana
del Nuevo Año iluminó el pequeño
cadáver, sentado, con sus fósforos,
un paquetito de los cuales se veía
consumido casi del todo. -¡Quiso calentarse!-
dijo la gente. Pero nadie supo las maravillas
que había visto, ni el esplendor con
que, en compañía de su anciana
abuelita, había subido a la gloria
del Año Nuevo. |