Seite 04: Die wahre Braut (La novia verdadera)




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Am dritten Morgen sprach sie zu dem Mädchen: »Dort in der Ebene musst du mir ein schönes Schloss bauen, und zum Abend muss es fertig sein.« Das Mädchen erschrak und sagte:»Wie kann ich ein so großes Werk vollbringen?«
»Ich dulde keinen Widerspruch«, schrie die Stiefmutter, »kannst du mit einem durchlöcherten Löffel einen Teich ausschöpfen, so kannst du auch ein Schloss bauen. Noch heute will ich es beziehen, und wenn etwas fehlt, sei es das Geringste in Küche oder Keller, so weißt du, was dir bevorsteht.«
Sie trieb das Mädchen fort, und als es in das Tal kam, so lagen da die Felsen übereinander aufgetürmt; mit aller seiner Kraft konnte es den kleinsten nicht einmal bewegen. Es setzte sich nieder und weinte, doch hoffte es auf den Beistand der guten Alten. Sie ließ auch nicht lange auf sich warten, kam und sprach ihm Trost ein:»Lege dich nur dort in den Schatten und schlaf, ich will dir das Schloss schon bauen. Wenn es dir Freude macht, so kannst du selbst darin wohnen.« Als das Mädchen weggegangen war, rührte die Alte die grauen Felsen an. Alsbald regten sie sich, rückten zusammen und standen da, als hätten Riesen die Mauer gebaut; darauf erhob sich das Gebäude, und es war, als ob unzählige Hände unsichtbar arbeiteten und Stein auf Stein legten. Der Boden dröhnte, große Säulen stiegen von selbst in die Höhe und stellten sich nebeneinander in Ordnung. Auf dem Dach legten sich die Ziegeln zurecht, und als es Mittag war, drehte sich schon die große Wetterfahne wie eine goldene Jungfrau mit fliegendem Gewand auf der Spitze des Turms.

A la tercera mañana dijo a la muchacha
- vas a construirme en la llanura un hermoso palacio, y habrá de estar terminado al anochecer.
Asustada, exclamó la niña
- ¿cómo queréis que haga tal cosa?-
- ¡No me repliques!- gritó la madrastra. -Si con una cuchara agujereada eres capaz de vaciar un estanque, también lo serás de edificar un palacio. Esta misma noche quiero alojarme en él, y si falta el menor detalle en la cocina o en el sótano, ya sabes lo que te aguarda.-
Y despachó a la chiquilla. Al llegar ésta al valle, se encontró con un caos de rocas amontonadas; por más que se esforzó no logró mover ni la más pequeña, por lo que se sentó a llorar, aunque esperaba que la anciana acudiera en su auxilio. En efecto, la buena mujer no se hizo aguardar mucho rato; la tranquilizó de nuevo y le dijo
- túmbate en la sombra, y duerme; te construiré el castillo. Y si te gusta, podrás vivir en él.
Cuando la muchacha se hubo marchado, la mujer tocó las grises rocas, las cuales pusiéronse en movimiento, alineándose y se acoplaron como si unos gigantes hubiesen construido una muralla. Encima surgió el edificio, y era como si innúmeras manos invisibles trabajaran colocando piedra sobre piedra. Retumbaba el suelo, y grandes columnas se levantaban por sí mismas y se colocaban en el debido orden.

En el tejado, las tejas se disponían también de la manera debida, y, al mediodía, en el punto más alto de la torre giraba una gran veleta, en forma de una doncella de oro, cuyas ropas ondeaban al viento.

Vokabular
die Ebene = la llanura
der Widerspruch = la réplica
der Beistand = el auxilio
der Riese = el gigante
unzählige Hände = innúmeras manos
die Säule = la columna
der Ziegel = la teja






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