"Sei
Sie doch ruhig, liebe Jungfer Mimi",
tröstete der Zwerg. "So wahr ich
ein ehrlicher Kerl und Unterküchenmeister
Seiner Durchlaucht bin, es soll Ihr keiner
an die Kehle. Ich will Ihr in meinen eigenen
Gemächern einen Stall anweisen, Futter
soll Sie genug haben, und meine freie Zeit
werde ich Ihrer Unterhaltung widmen; den
übrigen Küchenmenschen werde ich
sagen, daß ich eine Gans mit allerlei
besonderen Kräutern für den Herzog
mäste, und sobald sich Gelegenheit
findet, setze ich Sie in Freiheit."
Die Gans dankte ihm mit Tränen; der
Zwerg aber tat, wie er versprochen, schlachtete
die zwei anderen Gänse, für Mimi
aber baute er einen eigenen Stall unter
dem Vorwande, sie für den Herzog ganz
besonders zuzurichten. Er gab ihr auch kein
gewöhnliches Gänsefutter, sondern
versah sie mit Backwerk und süßen
Speisen.
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-¡Tranquilícese,
querida señorita Mimí!- la consoló
el enano.Tan verdad como que soy un hombre
honrado y maestro asistente de cocina de su
alteza, nadie le pondrá la mano encima.
Le preparé un corral en mis propias
habitaciones, tendrá comida suficiente
y dedicaré mi tiempo libre a entretenerle;
diré a las otras personas de la cocina
que estoy cebando una oca para el duque, con
toda clase de hierbas especiales, y tan pronto
como se presente la ocasión la pondré
en libertad.
Con lágrimas le dio las gracias la
oca; pero el enano hizo como había
prometido, sacrificó las otras dos
ocas, pero para Mimí dispuso un corral
propio, pretextando que la prepararía
de manera muy especial para el ducque. No
le dio tampoco el pienso habitual para las
ocas, sino le sirvió pasteles y dulces. |