Seite 08: Die Geschichte vom falschen Prinzen (Historia del falso príncipe )




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Auf ihn ging Labakan zu, neigte sich tief vor ihm und sprach, indem er ihm den Dolch darreichte: »Hier bin ich, den Ihr suchet. «

»Gelobt sei der Prophet, der dich erhielt!«, antwortete der Greis mit Freudentränen.
»Umarme deinen alten Vater, mein geliebter Sohn Omar!«
Der gute Schneider war sehr gerührt durch diese feierlichen Worte und sank mit einem Gemisch von Freude und Scham in die Arme des alten Fürsten.
Aber nur einen Augenblick sollte er ungetrübt die Wonne seines neuen Standes genießen; als er sich aus den Armen des fürstlichen Greises aufrichtete, sah er einen Reiter über die Ebene her auf den Hügel zueilen. Der Reiter und sein Roß gewährten einen sonderbaren Anblick; das Roß schien aus Eigensinn oder Müdigkeit nicht vorwärts zu wollen, in einem stolpernden Gang, der weder Schritt noch Trab war, zog es daher, der Reiter aber trieb es mit Händen und Füßen zu schnellerem Laufe an. Nur zu bald erkannte Labakan sein Roß Murva und den echten Prinzen Omar, aber der böse Geist der Lüge war einmal in ihn gefahren, und er beschloß, wie es auch kommen möge, mit eiserner Stirne seine angemaßten Rechte zu behaupten.

A él se dirigió Labakán, se inclinó profundamente y dijo, mostrando el puñal
-aquí estoy, el que buscáis.

-¡Alabado sea el profeta, que te ha reservado!- respondió el anciano con lágrimas de alegría.
-¡Abraza a tu viejo padre, mi querido hijo Omar!

El buen sastre estaba muy emocionado por estas solemnes palabras y, con una mezcla de alegría y vergüenza, cayó en los brazos del viejo príncipe.
Pero sólo un instante había de gozar de la gozada no enturbiado de su nuevo estado; al separarse de los brazos del anciano, vio un jinete que se aproximaba por la llanura en dirección a la colina.
El jinete y su caballo ofrecían una imagen curiosa. El caballo parecía no querer avanzar, por terquedad o por cansancio, y llevaba una marcha atropellada que no era ni paso ni trote, mientras el jinete le obligaba con manos y pies a ir más rápido.
Demasiado pronto reconoció Labakán a su caballo Murva y al verdadero príncipe Omar, pero el mal espíritu de la mentira había entrado de nuevo en él y decidió atreverse a defender los derechos usurpados con la frente bien alta, costara lo que costara.

Vokabular
die Freudentränen = las lágrimas de alegría
gerührt sein = estar emocionado
das Gemisch = la mezcla
die Scham = la vergüenza
die Wonne = la gozada
der Eigensinn = la terquedad
die Müdigkeit = el cansancio
stolpern = tropezar
der Trab = el trote






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