All dies
sagte die Teekanne in ihrer unternehmenden
Jugendzeit. Sie stand auf dem gedeckten
Tisch, sie wurde von der feinsten Hand erhoben:
aber die feinste Hand war ungeschickt, die
Teekanne fiel, die Tülle brach ab,
der Henkel brach ab, der Deckel ist nicht
wert, darüber zu reden; es ist genug
von ihm geredet. Die Teekanne lag ohnmächtig
auf dem Fußboden; das kochende Wasser
lief heraus. Es war ein schwerer Schlag,
den sie erhielt, und das Schwerste war,
daß sie lachten; sie lachten über
sie und nicht über die ungeschickte
Hand. "Die Erinnerung kann ich nicht
loswerden!" sagte die Teekanne, wenn
sie sich später ihren Lebenslauf erzählte.
"Ich wurde Invalide genannt, in eine
Ecke gestellt und tags darauf an eine Frau
fortgeschenkt, die um Küchenabfall
bettelte; ich sank in Armut hinab, stand
zwecklos, innerlich wie äußerlich;
aber da, wie ich so stand, begann mein besseres
Leben; man ist das eine und wird ein ganz
anderes.
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Todo esto
decía la tetera en los despreocupados
días de su juventud. Estaba en la mesa
puesta, manejada por una mano primorosa. Pero
la primorosa mano resultó torpe, la
tetera se cayó, se rompió el
pitón y se rompió también
el asa; de la tapa no valía la pena
hablar; ¡bastante disgusto había
causado ya antes! La tetera yacía en
el suelo sin sentido, y se salía toda
el agua hirviente. Fue un rudo golpe que recibió,
y lo peor fue que todos se rieron; se rieron
de ella y no de la torpe mano.
-¡Este recuerdo no se borrará
nunca de mi mente!-exclamó la tetera
cuando, más adelante, relataba su vida.
-Me llamaron inválida, me pusieron
en un rincón, y al día siguiente
me regalaron a una mujer que vino a mendigar
las sobras de cocina; empobrecí, tan
inútil por dentro como por fuera, y,
sin embargo, allí empezó para
mí una vida mejor.
Se empieza siendo una cosa, y de pronto se
pasa a ser otra distinta. |