Seite 07: Schneeweißchen und Rosenrot (Blancanieve y Rojaflor) |
deutscher Text | testo italiano |
«
Die Kinder gaben sich alle Mühe, aber
sie konnten den Bart nicht herausziehen,
er steckte zu fest. »Ich will laufen
und Leute herbeiholen«, sagte Rosenrot.
»Wahnsinnige Schafsköpfe«,
schnarrte der Zwerg, »wer wird gleich
Leute herbeirufen, ihr seid mir schon um
zwei zu viel; fällt euch nichts Besseres
ein?« »Sei nur nicht ungeduldig«,
sagte Schneeweißchen, »ich will
schon Rat schaffen», holte sein Scherchen
aus der Tasche und schnitt das Ende des
Bartes ab. Sobald der Zwerg sich frei fühlte,
griff er nach einem Sack, der zwischen den
Wurzeln des Baums steckte und mit Gold gefüllt
war, hob ihn heraus und brummte vor sich
hin: »Ungehobeltes Volk, schneidet
mir ein Stück von meinem stolzen Barte
ab! Lohn's euch der Kuckuck!« Damit
schwang er seinen Sack auf den Rücken
und ging fort, ohne die Kinder nur noch
einmal anzusehen. |
Las niñas
se esforzaron mucho, pero no pudieron sacar
la barba; tan sólidamente cogida estaba.
-Iré a buscar gente- dijo Rojaflor. -¡Bobaliconas! -gruñó el enano. -¿Quién quiere llamar a más gente? A mí me sobra con vosotras dos. ¿No os ocurre nada mejor? -¡No estés impaciente!- dijo Blancanieve, -ya encontraré un remedio- y sacando las tijeritas del bolsillo cortó el extremo de la barba. Tan pronto como el enano se vio libre agarró un saco lleno de oro, que había dejado entre las raíces del árbol, y cargándoselo a la espalda, gruñó -¡qué gentezuela más torpe! ¡Me corta un trozo de mi hermosa barba! ¡Qué se os pague el diablo!- Diciendo eso se lanzó el saco en la espalda y se alejó sin indietrose a mirar a las niñas. Poco tiempo después, Blancanieve y Rojaflor quisieron preparar un plato de pescado. Salieron, pues, de pesca, y al llegar cerca del río vieron una criatura semejante a un saltamontes que avanzaba a saltitos hacia el agua, como queriendo meterse en ella. Al aproximarse, reconocieron al enano. -¿Adónde vas?- le preguntó Rojaflor. -Supongo que no querrás echarte al agua, ¿verdad? -No soy tan imbécil- gritó el enano. -¿No veis que ese maldito pez me arrastra al río? E el hombrecillo había estado pescando, pero con tan mala suerte que el viento le había enredado el sedal en la barba, y, al picar un pez gordo, la débil criatura no tuvo fuerzas suficientes para sacarlo, por el contrario, era el pez el que se llevaba al enanillo al agua. |
Vokabular | |
schnarren = gruñir | |
ungehobeltes Volk = qué gentezuela más torpe | |
der Bart = la barba | |
die Heuschrecke = el saltamonte | |
Solch ein Narr bin ich nicht. = No soy tan inbécil. | |
verflechten = enredar | |
die Angelschnur = el sedal |
contatto informazione legale consenso al trattamento dei dati personali |