Husch!
war er aus dem Bauer. In diesem Augenblick
knarrte die halboffene* Tür, die ins
Nebenzimmer führte und geschmeidig,
mit grünen, funkelnden Augen schlich
die Hauskatze herein und machte auf ihn
Jagd. Der Kanarienvogel flatterte in dem
Bauer und der Papagei schlug mit den Flügeln
und rief:"Nun lasst uns Menschen sein!"
Der Schreiber fühlte den tödlichsten
Schreck und flog durch das Fenster davon
über Häuser und Straßen.
Zuletzt musste er sich ein wenig ausruhen.
Das gegenüberliegende Haus erschien
ihm heimisch. Ein Fenster stand offen, er
flog hinein, es war sein eigenes Zimmer;
er setzte sich auf den Tisch. "Nun
lasst uns Menschen sein!", sagte er
gedankenlos, wie er es von dem Papagei gehört
hatte, und im selben Augenblick war er wieder
Schreiber, aber er saß auf dem Tische.
"Gott bewahre!", sagte er, wie
bin ich denn hier hinauf gekommen und in
Schlaf gefallen! Das war ein recht unruhiger
Traum. Nichts wie dummes Zeug war die ganze
Geschichte!"
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Y zas,
salió de la jaula. En el mismo momento
se oyó rechinar la entornada puerta
de la habitación contigua y, con
centelleantes ojos verdes, el gato de la
casa se deslizó en la sala, lanzándose
a la caza del pajarillo. El canario aleteó
en la jaula, y el papagayo, batiendo las
alas, gritó su «Vamos a ser
personas». El escribiente, presa de
mortal pánico, levantó el
vuelo, saliendo por la ventana y alejándose
por encima de las casas y calles. Finalmente,
hubo de detenerse a descansar. La casa de
enfrente tenía algo de familiar,
y como estaba abierta una de las ventanas,
entró por ella: era su propio cuarto.
Se posó sobre la mesa.«¡Vamos
a ser personas!» -exclamó,
sin reparar en lo que decía; simplemente
remedaba al papagayo y en el mismo instante
volvió a ser el escribiente, sólo
que se encontró sentado sobre la
mesa.
- ¡Dios me ampare! -dijo-. ¿Cómo
vine a parar aquí y me quedé
dormido? ¡Qué sueño
más agitado! ¡Y qué
estupidez todo él! |