Seite 7: Tischlein deck dich, Goldesel und Knüppel aus dem Sack |
deutscher Text | testo italiano |
Es trug
sich zu, daß er auf dem Heimweg abends
in ein Wirtshaus kam, das mit Gästen
angefüllt war. Sie hießen ihn
willkommen und luden ihn ein, sich zu ihnen
zu setzen und mit ihnen zu essen, sonst
würde er schwerlich noch etwas bekommen.
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Y he aquí
que una noche, de camino hacia su pueblo,
entró en una posada que estaba llena
de huéspedes. Lo recibieron muy bien
y lo invitaron a cenar con ellos, diciéndole
que de otro modo sería difícil
que el posadero le sirviese de comer. - No- respondió el ebanista, -no quiero privaros de vuestra escasa cena; antes, al contrario, soy yo quien os invita. Se echaron a reír, pensando que quería gastarles una broma; pero él instaló su mesita de madera en el centro de la sala, y dijo -¡mesita, cúbrete!- e inmediatamente quedó llena de manjares, tan apetitosos, que jamás el fondista hubiera sido capaz de prepararlos, y despidiendo un olorcillo capaz de deleitar el olfato más reacio. - ¡A servirse, amigos!- exclamó el ebanista, y los invitados, al ver que la cosa iba en serio, sin hacérselo repetir, se acercaron y, armados de sus respectivos cuchillos, arremetieron a las viandas. Lo que más les admiraba era que, en cuanto se vaciaba una fuente, inmediatamente era sustituida por otra igual y repleta. |
Vokabular | |
auf dem Heimweg = de camino hacia su pueblo | |
das Wirtshaus = la posada | |
einladen = invitar | |
in die Nase steigen = deleitar el olfato |
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